El vehículo fue dejado antes de las 8.00 por su propietaria, Nadia Delgado, quien es empleada de la secretaría de Minería, sobre calle Sarmiento casi Rojas.
Filippín forzó la cerradura de la puerta del conductor para subirse y ponerlo en marcha.
Mientras circulaba en el auto, Filippín se habría comunicado con una persona a quien pretendía vendérselo, aunque le advirtió que el rodado era robado. Entonces el interlocutor le avisó a un policía.
Poco después el rodado fue interceptado por un oficial, quien decidió seguirlo mientras alertaba a sus pares sobre lo sucedido, y luego de algunas cuadras, el sujeto se percató de que era seguido por lo que aceleró para escapar en dirección a La Chacarita.
En la avenida San Martín, el joven se bajó e ingresó corriendo a la vivienda de la familia Traico.
Los policías verificaron la patente del Fiat y de esa manera se llegó a Nadia Delgado, quien hasta entonces desconocía que su coche había sido sustraído.
A las 11.00, el juez en turno emitió una orden de allanamiento, y los policías entraron para detener a Filippín, quien fue trasladado a la dependencia policial.