Al parecer sufre un estado de depresión por falta de trabajo, sería la causa por la que el hombre, que se encontraba presuntamente alcoholizado, se colocó el caño del rifle en la zona parietal derecha y disparó.
Sus familiares pidieron avisaron a la policía, por lo que una ambulancia del hospital de Icaño, y el patrullero de esa dependencia, se trasladaron al lugar.
Sosa fue derivado al hospital de esa localidad, a donde llegó consciente, alrededor de las 12.45 de la mañana.
Los médicos le realizaron los estudios preliminares y lograron compensarlo, y según se supo, en todo momento el hombre estuvo lúcido, y hasta hablaba con los médicos, a quienes les dijo que seguramente se salvaría de esta situación porque ya ha pasado por cosas peores.
Sus familiares comentaron que Sosa vivió en Buenos Aires, y que en una oportunidad en un intento de asalto le dispararon a la cabeza, pero salvó su vida milagrosamente.
Los médicos de Icaño pudieron estabilizarlo, y lo derivaron al hospital San Juan Bautista de esta Capital, a donde llegó en horas de la tarde de ayer.
Aun no se sabe si el proyectil quedó alojado en su cabeza, y en tal caso, si podrán someterlo a una intervención quirúrgica para extraérselo.