Figueroa vive en el barrio 188 Viviendas de Villa Carmela. Aprovechando el feriado del 25 de Mayo, se fue a almorzar a lo de sus suegros junto con su esposa y su hija. "Al final, nos terminamos quedando toda la tarde. A las 13, volví a mi casa para ponerme unas zapatillas viejas, porque andaba con unas que me había comprado la semana pasada. No las quería ensuciar, y al final se la llevaron los ladrones", contó el hombre.
En una moto
Al parecer, los delincuentes llegaron entre las 19 y las 20. A esa hora, algunos vecinos vieron una moto Honda CG negra frente a la propiedad de Figueroa. Uno de los desconocidos le entregaba los bienes a su cómplice, este los llevaba en la moto y luego regresaba en busca de una nueva carga.
La denuncia fue realizada en la comisaría de Cebil Redondo, y luego remitida a la Brigada de Investigaciones Este. En ese documento, consta la larga lista de cosas que sustrajeron los ladrones: un monitor LCD; un CPU; un reproductor de DVD; una cámara digital; un estéreo para auto; un reproductor de MP3; el flamante par de zapatillas; dos cadenas y dos medallas de oro; un cintillo de casamiento con brillantes; un anillo de oro con piedras rosas y otro con seis piedras de color; dos pares de aros de oro con brillantes; una cadena con dijes de oro blanco con figuras de niños; un oso de peluche de un metro de alto; una mochila con el dibujo Hello Kitty; útiles escolares; un par de anteojos; un juego de sábanas con estampados de la muñeca Barbie; y entre $ 3.000 y $ 3.800.
"Todavía no tenemos novedades sobre quiénes habrían sido los responsables de este robo, pero tenemos un grupo de policías trabajando especialmente en este caso", apuntó el comisario Sergio Nieto, a cargo de la Brigada Norte.
Figueroa, además de la bronca que le generó el atraco, advirtió con preocupación que estos delitos aumentaron en su barrio.
"En el último mes, entraron a la casa de una vecina. Ella estaba con su hijo más chico, y afortunadamente no les pasó nada. Además, hace 10 días los vecinos de la otra cuadra atraparon a un hombre intentando robar una batería de auto", agregó.
Sumado a esto, una mujer que vive en esa cuadra contó que el mismo día de que desvalijaron a los Figueroa también intentaron entrar a su vivienda. "Los ladrones quisieron forzar la entrada de mi casa, pero como no pudieron siguieron de largo. Mi hijo estaba dentro de la casa, pero me dijo que no escuchó nada", relató Marcela Dip.
"Esta cuadra tiene tanta iluminación que parece la cancha de River. Pero en la vereda teníamos un arbusto que daba sombra. Parece que ahora ni siquiera se puede plantar un árbol", concluyó Figueroa, mientras arrancaba las raíces del árbol que tenía en la vereda.
Fuente: lagaceta.com.ar