Luego del arqueo se supo que el botín ascendía a $ 7.000.
Para cometer el ilícito no fueron forzadas las puertas, y la caja tampoco presentaba signos de haber sido violentada.
Además el damnificado, Raúl Kotler, señaló que el dinero se guardaba en diferentes lugares y quienes lo robaron sabían de su ubicación.
Ver mapa más grande