Los familiares dejaron entrever que el hombre nunca superó la muerte de su hija, y por ello decidió convertirse en la víctima número 12 de suicidios registrados en lo que va del año 2008.
El drama se conoció a las 4.30 de la madrugada, cuando un hijo de Quiroga recibió un llamado telefónico de su padre, en el que le advertía que se iba a quitar la vida, y le pedía que cuide a sus hermanos y a la hijita de uno de ellos.
El joven se dirigió a la casa de su padre, en el barrio 70 viviendas de la localidad de Fiambala, y al llegar se encontró en el ingreso con el cuerpo colgado de un árbol.
El hijo avisó a su madre y hermanos, quienes estaban descansando, y rápidamente bajaron el cuerpo del hombre.
Un médico llegó al escenario del hecho, pero solo para confirmar que el hombre estaba muerto.
Cuando descolgaron el cuerpo, los familiares encontraron en el pecho de la víctima una foto de su hija Griselda.
La semana pasada, el padre había andado entregando tarjetas con la foto de su hija, para invitar a la misa del primer aniversario de su muerte, que se iba a recordar el próximo lunes 31 de marzo.