“Nadie lo puede entender, la familia de él ni la mía. Él no estaba depresivo ni nada, si tres días antes me escribe que estaba muy feliz,estábamos pintando la casa. Tengo mensajes de texto, un montón de cosas. No creo que haya sido un suicidio”, dijo al canal América 24.
La mujer además relató que su novio había declarado en la causa del triple crimen. “Hace tres se había presentado porque tenía miedo, porque uno de los chicos (Ariel Vilán) se había suicidado y a él le pareció que no podía ser, que había cosas raras y desconfiaba de mucha gente”, relató.
Marcos, de 27 años, era estudiante de bioquímica y en agosto último se presentó ante el fiscal Bidone, quien a partir de sus dichos, claves en el avance de la investigación, detuvo a los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor y Marcelo Schillaci.
A dos meses de su declaración, el joven fue arrollado esta madrugada por un tren del ferrocarril San Martín en circunstancias dudosas, ya que la cámara de la formación mostraba que estaba “inerte y en cruz” sobre las vías.
“Él conocía a Sebastián Forza y a Vilán –continuó-, los conocía del ámbito laboral. Él trabajaba en una casa de suplementos dietarios para gente que hace deportes. Ahí es donde se vendía efedrina. Él trabajaba directamente con el dueño. Cuando se enteró del suicidio de Vilán, con quien tenía una relación de amistad, dijo ‘pobre, no se merecía esto, a ese pibe lo bajaron por saber’”.
En ese sentido, aseguró que vio días antes del triple crimen en el local donde trabajaba a los empresarios, y que Forza “se había caído a pedazos en semanas, estaba destruido, desaliñado y más delgado, nada que ver con la persona que era antes”.
“Forza fue al negocio y le pidió hablar con su jefe, pero Emiliano le dijo que no estaba y le preguntó si le pasaba algo. Ahí Sebastián le comentó que tenía mucho miedo, que había una persona que lo estaba amenazando, que le había mandado una silla de ruedas. Las amenazas eran de Esteban Pérez Corradi”, aseguró.
{adr}Además, declaró que su novio conocía a Corradi porque “era el socio de su jefe” y que en los últimos días le había dicho que tenía “miedo por todos”.
“Emiliano le acercó al fiscal –agregó- pruebas de rótulos, papeles y registros de medicamentos que recibía y firmaba, y ni siquiera sabía qué estaba recibiendo. Seguía instrucciones de su jefe. Eran medicamentos de Alhpamedica, Unifarma”.
“Él los retiró de su lugar de trabajo como protección personal para asegurarse que no le pasara nada, de que podía denunciarlos. Tenía miedo de que le pasara algo porque sabía que estaba con gente peligrosa”, culminó la mujer.
Fuente: Minutouno.com