Ante la posibilidad de que se tratara de piezas de valor arqueológico, el personal interviniente procedió al decomiso de los elementos y labró las actuaciones de rigor, en presencia de testigos hábiles.
Posteriormente los gendarmes dieron participación al director del museo “Eric Boman” de la ciudad de Santa María, José Rubén Quiroga, quien determinó que los elementos eran un mortero arqueológico de piedra gris y una canana o molino plano de piedra, con una oquedad elíptica, con una antigüedad estimada de 1.000 años.
Las piezas arqueológicas decomisadas fueron puestas a disposición del director del museo "Eric Boman”.