Para el fiscal general, "es muy, muy posible" que con el avance de la causa surjan más personas que denuncien haber sido víctimas del sacerdote, ya que por el momento en el expediente consta sólo la declaración de un joven que aseguró haber sido abusado.
Según Nieva Woodgate, el hecho de que se trate de un sacerdote "agrava y mucho" los delitos, por lo que de ser hallado culpable podría ser condenado a una pena mínima de 10 años de prisión. (Télam)