Los testigos Carlos Alberto Coria y Nélida del Valle Nieto, dos vecinos del barrio Santa Martha, incurrieron en innumerables contradicciones sobre este episodio. Es mas, la mujer dijo que vio ese vehículo un jueves antes del hallazgo del cuerpo, a pesar de que la chica había desaparecido el martes, e incluso a esa altura de las circunstancias ya estaba sin vida.
Coria vive a media cuadra al norte de la casa de Ubilla, y según dijo, el 24 de octubre de 2006 a las 8.20, estaba trabajando en la puerta de su casa cuando vio pasar un auto de color azul, vidrios polarizados, de tres puertas y llantas deportivas, de cuya patente recordaba la letra K y la numeración 404. El vehículo se detuvo frente de la casa de la víctima, se bajaron un hombre mayor y un joven de unos 20 años, a quienes vio conversar con Rocío.
Según Coria, en un momento vio que la chica quiso entrar a su casa, pero uno de ellos se le puso de costado como impidiéndole seguir, y la hicieron subir al auto, aunque no vio que hubiera resistencia por parte de ella.
Uno de ellos corrió la butaca delantera para que Rocío se ubique en el asiento posterior, y se alejaron hacia el sur.
Coria señaló que el hombre mayor miraba hacia todos lados, y en un momento le dirigió una mirada penetrante, que le hizo dar miedo, aunque nunca pudo explicar razones.
Al enterarse de la desaparición de Rocío días después, Coria decidió colaborar porque había escuchado a la madre en la radio.
Por ello se dirigió a su vecino policía, Manuel Páez, quien le dijo que “Dios se lo iba a agradecer”.
Nélida Nieto dijo que esa mañana salió a tomar el colectivo para ir a hacer unos trámites y cuando estaba en la parada notó un automóvil azul con vidrios polarizados, de cuatro puertas, estacionado frente a la casa de la familia Ubilla.
La testigo vio a tres hombres, uno de ellos barbudo y un joven de unos 19 años, quienes se encaminaban con Rocío, le abrieron la puerta trasera y la chica subió.
Pero Nieto dejó muchas dudas, a pesar de que fue interrogada varias veces, pues afirmó que este hecho sucedió un jueves previo al hallazgo del cuerpo. Nieto aseguró que al otro día se enteró de la desaparición de Rocío y que habló con Coria de lo sucedido, pero ella se negaba a declarar por un temor que no supo explicar.
