Luego de requerírsele la documentación personal y del vehículo, los efectivos requisaron el rodado encontrando en la caja del mismo dos animales vacunos faenados, totalizando la carne 260 kilogramos.
Si bien, Barrera tenía en su poder la documentación que acreditaba que la mercadería incautada había sido adquirida en forma legal, la misma no era transportada en condiciones óptimas y se había cortado la cadena de frío, violando así la Ley Nº 3959. Según trascendió, la carne era transportada en el suelo de la caja del vehículo y para consumo humano.
Tras el procedimiento, los efectivos trasladaron la carne incautada al frigorífico, dándose posterior intervención al Senasa. Como el conductor del vehículo acreditó la documentación de la compra del animal, no se tomó ninguna medida contra su libertad personal.