Se trata de los policías que durante el fin de semana en que se cometió el crimen -en setiembre de 1990- custodiaban la residencia del diputado nacional Angel Luque, padre del condenado Guillermo Luque, a los que se los investigó luego por sus testimonios dudosos durante el juicio oral.
Estos custodios de la residencia conocida como "Puerta de Hierro" fueron sospechosos para el tribunal que condenó a Guillermo Luque a 21 años de prisión y a Luis Tula a nueve años, por los delitos de violación seguida de muerte, agravado por el uso de estupefacientes. (Télam)