Enterados los presos de este hecho y encabezados por Peralta, golpearon sus manos y objetos contra las paredes de sus celdas. Así, exigieron que se aceleren los procesos judiciales para quienes aún se encuentran tras las rejas bajo causa y que se se flexibilicen los controles de acceso de allegados. La situación se puso tensa cuando la veintena de reboltosos quemó colchones, pasada la medianoche.
A esa hora ya habían llegado a Concepción agentes de otras comisarías, por lo que durante algunos momentos se temió la peor ante la intransigencia de los manifestantes. Sin embargo, luego de dos horas de diálogo con el director de Institutos Penales de la provincia, Roberto Guyot, y el fiscal Edgardo Sánchez, del Centro Judicial del Sur, los presos depusieron el reclamo, alrededor de las 3. Trascendió que no se hizo lugar a ninguno de los pedidos de los reboltosos. LA GACETA ©