El tribunal de la Cámara Penal II está integrado por los jueces Alberto César Piedrabuena (presidente), Emilio Andrés Herrera Molina y Eduardo Antonio Romero Lascano.
Los imputados son Humberto Juan Deroberti, Daniel Natalia Milhein, María Jesús Rivero, Víctor Angel Rivero, Andrés Alejandro González, Domingo Pascual Andrada, José Fernando Gómez, Lidia Irma Medina, María Azucena Márquez, Mariana Natalia Bustos, José Gonzalo Gómez, Carlos Alberto Luna y Cintia Paola Gaitán.
“Cada uno tiene un grado de culpabilidad distinto, pero lo que hizo esta gente, arrancar a una persona del seno familiar y sacarla de su territorio, torturarla, violarla y explotarla, es una violación terrible a los derechos humanos. Pienso que tienen que recibir el mayor castigo posible”, sostuvo Susana Trimarco, madre de Marita Verón.
La mujer removió cielo y tierra para encontrar a su hija y en esa búsqueda creó la fundación "María de los Angeles", la primera organización del país contra la trata de mujeres y nenas víctimas de explotación sexual, que liberó a centenares de víctimas.
“Siento en el corazón que ella está en este mundo, la busco con vida y la quiero como sea”, contó.
Varias aseguran que vieron a Marita en cautiverio –algunas en Tucumán y otras en La Rioja– y que durmieron con ella, por lo que testificarán en este juicio.
La querella ofreció como testigos a 24 de estas jóvenes, además de la propia Trimarco, que llegó a hacerse pasar por prostituta para averiguar el paradero de su hija, aún desconocido.
La fundación “María de los Ángeles”, organización creada por Trimarco para ayudar a mujeres víctimas de la trata de personas, diagramó varias actividades para acompañar a la familia de Marita durante el juicio.
“Vinieron muchísimos funcionarios de distintas provincias, periodistas, actores y artistas, representantes de la secretaría general de la Presidencia, las Madres del Dolor. Hay muchísima gente que vino a acompañarme”, señaló Trimarco.
Acompaña a Susana su nieta Micaela Catalán, de 13 años, la hija de Marita, desaparecida desde el 3 de abril de 2002.
Trimarco no puede estar presente en el inicio del juicio ya que debe declarar en la causa como testigo, pero aclaró que su nieta "no quiere perderse un segundo del debate porque no quiere dejar sola a su mamá", aunque por ahora no podrá hacerlo.
“Micaela sabe y escuchó más que ellos que son jueces, a pesar de su corta edad. Es una niña valiente, inteligente, educada y está preparada. Ya estamos cocinadas de tanto dolor y maltrato, y nos resbala lo que puedan decir”, agregó.
Por último, la mujer recordó el último día que vio a su hija: “Ella me besó, me dijo andate tranquila que ya vuelvo. Tiene una sonrisa hermosa”.
Fuente: 26noticias.com.ar