Según publica el diario mendocino, Los Andes con información de Clarín, su caso fue el único de una serie de siete secuestros idénticos -a manos de una banda mixta de civiles y policías que ataca a narcos de la zona- que fue denunciado a la Justicia Federal de San Martín, ya que todos los demás se resolvieron en privado. Los investigadores del caso de la nena lo están analizando en este momento.
Romagnoli, según confirmaron fuentes del caso, es tía política de la nena asesinada. "Fue esposa y tuvo dos hijos con el hermano de Carola Labrador", agregaron los voceros.
Otro dato es que la propia Carola trabajó en el bufet de su ex cuñada hasta la desaparición de Candela. Sobre ella y sobre su hermana Betiana comenzó a rondar el rumor de que entregaban datos a la banda mixta para sus golpes, ya que ésta siempre actuaba como si tuviera información interna.
Es más, sin dar demasiadas precisiones, la propia Romagnoli atribuyó su secuestro al hecho de que, el día anterior a su captura, su marido había cobrado una importante cantidad de dinero por el seguro de una camioneta.
Durante las negociaciones que terminaron con la liberación de Romagnoli, uno de los secuestradores le dijo al marido de la mujer: "Pedile la plata a Martín". En julio ese nombre no les llamó la atención a los investigadores, que grabaron la conversación telefónica. Pensaron que se trataba de un nombre de pila común y corriente. Pero eso ahora cambió.
Un personaje señalado como clave en el entorno de Candela es su tío "Huevo", pareja de Betiana Labrador desde hace 7 años. Según confiaron fuentes del caso, "Huevo" se apellidaría Martín y es además primo de Romagnoli. Y algo más: corre el rumor de que también fue secuestrado hace dos meses. Permaneció cautivo una semana, pagó 20.000 pesos para ser liberado y, según sus antecedentes penales, está conectado con el mundo narco de la villa Korea.
Narcos, secuestros, traiciones, vendettas, policías corruptos y ex policías. Todos estos elementos aparecen y se reiteran cuando se profundiza en el entorno de Candela y los posibles móviles de su crimen.
A este cuadro se suman los datos de la autopsia realizada al cuerpo de la niña, que indican que no fue maltratada durante su cautiverio, que estaba limpia y bien alimentada (lo que puede indicar que conocía a sus captores) y el extremo profesionalismo con el que sus secuestradores trataron el cuerpo tras el crimen: los asesinos hasta se tomaron el trabajo de sacarle la ropa para borrar sus propias huellas antes de hacer aparecer el cuerpo, el miércoles último, y conmocionar al país.
Fuente: 26noticias.com.ar