El silencio del tradicional barrio El Remanso sólo era perturbado por el ladrido de los perros que denunciaban el paso de los promesantes de San Esteban más rezagados, que regresaban de un encuentro comunitario que se realizó a pocas cuadras. Sin embargo, a la una de la madrugada, los gritos desesperados que llegaban de la casa de la familia Rodríguez, alertaron a los vecinos del viejo matadero.
Según trascendió de fuentes policiales, María Ernestina Rodríguez (25 años) llegó a la casa que comparte con su madre, dos hermanos, su hijo, Sebastián (6) y su esposo, Sebastián Orlando Toloza (24), con una actitud que habría llamado la atención de sus familiares.
De acuerdo con las averiguaciones, el marido habría recriminado a la mujer el horario en que volvía a la casa, reproche que habría generado una discusión.
Minutos después, Toloza se habría ido a la cama junto a su hijo, mientras la mujer continuaba expresando su enojo.
Según el relato de Toloza, la mujer abrió la puerta sorpresivamente y comenzó a rociarlos a los dos con un líquido, aunque hasta ese momento no sabían que se trataba de alcohol. En medio de la oscuridad del dormitorio, asegura haber sentido el chasquido del encendedor y después observó que todo comenzó a arder rápidamente.
El joven manifestó que tomó el cuerpo en llamas de su hijo y corrió hasta el patio, donde se encuentra una pileta pelopincho con agua y se arrojó en su interior junto al pequeño. Cuando saco al niño del agua -según aseguró- vio que el niño tenía quemado parte del cuero cabelludo y que la piel de las piernas prácticamente se le desprendía.
Los vecinos que acudieron al lugar con el fin de ayudar no comprendían lo que ocurría y se sorprendían de la pasividad de Rodríguez. Ante el pedido desesperado de la abuela materna, la madre tomó a su hijo y salió caminando lentamente hacia el hospital, aunque a los pocos metros se encontraron con el móvil de la policía, quienes acudieron alertados por un vecino que se fue a buscarlos en una motocicleta y fueron ellos los que finalmente trasladaron al menor y a su madre hasta el centro de salud, donde se le diagnosticó quemaduras de primer grado en un 60% del cuerpo y fue trasladado hasta el Cepsi.
Toloza también sufrió quemaduras y fue internado en el hospital loretano.
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