En la persecución, uno de los efectivos se lesionó al intentar saltar una tapia con pedazos de vidrios, aunque pudo ser capturado por uno de sus compañeros.
A todo esto, la hermana del jovencito, de 13 años, comenzó a apedrear a los policías y finalmente también fue reducida y trasladada a la dependencia policial, quedando ambos a disposición de la Justicia de Menores.
Cabe señalar que la motocicleta quedó en calidad de secuestro hasta que el dueño acredite su legítima propiedad y procedencia.