Sin embargo, el número quedó registrado en el identificador de llamados de la escuela, y con ese dato se inició la investigación, que arrojó rápidos resultados, ya que en la administración de la escuela se pudo constatar que el llamado se realizó desde la casa de un alumno de la misma institución.
Los investigadores llegaron al domicilio, donde encontraron durmiendo al adolescente.
Según trascendió, la madre del joven intentó dar una explicación acerca de la llamada, pero sin mayores argumentos.
En virtud de la edad del adolescente, el fiscal Marcelo Sago ordenó remitir las actuaciones a la Justicia de Menores.