Al regresar cerca del mediodía, el hombre seguía tirado en la misma posición, por lo que avisaron a la policía, que comprobó que se trataba de un suicidio.
Alberto Bravo, de 53 años, se había recostado en el suelo, rodeó su cuello con un cinto, que a su vez ató a un palo de jarilla de 40 centímetros de largo.
De esa insólita manera, el hombre se quitó la vida varias horas antes de ser encontrado.
El hombre vivía de changas rurales, realizaba trabajos de albañilería, y era oriundo del paraje Barrialito.
El fiscal Hugo Germán Burgos, ordenó que el cuerpo sea trasladado a la morgue del hospital Liborio Forte, donde se le realizó la autopsia, en la que se determinó que el deceso se produjo por asfixia como consecuencia de un estrangulamiento.
Con este hecho, suman 19 víctimas de suicidios en lo que va del año.