Carrizo, de 47 años, fue imputado por el fiscal Marcelo Sago, a raíz de un hecho ocurrido el 28 de abril de este año en el paraje Dos Pocitos, departamento Santa Rosa.
Según el relato, ese día entre las 21.30 y 23 horas, el acusado discutió con su hijo Roberto Marcos Carrizo, de 16 años.
De repente el joven atacó a su padre, le aplicó un golpe de puño en el rostro y le hizo perder un diente. Entonces el acusado tomó una carabina calibre 22 largo, y le efectuó un disparo desde mas de un metro de distancia.
El proyectil dio en la cabeza del adolescente y quedó alojado en el interior, causándole la muerte en el acto.
Aunque en ese momento el hecho se tomó como un suicidio, las pericias médicas y balísticas determinaron que era imposible que el joven se hubiera disparado en esa posición.
Según el forense, la trayectoria de la bala adentro de la cabeza era de arriba hacia abajo, lo cual señalaba que era imposible que el joven se hubiera disparado a sí mismo. Además no encontraron en el orificio de entrada ningún rastro de que el caño hubiera estado apoyado en la cabeza.
Por su parte el experto en balística, concluyó que el disparo se produjo a una distancia de por lo menos un metro.
En su declaración, el acusado señaló que su hijo se suicidó porque no le quiso prestar la moto.