"Comencé a insistirle para que me contara qué había pasado. Ella no entendía que era lo que yo buscaba saber. Se reía. Es una niña que aún juega con las muñecas y no dimensiona el terrible daño que le han causado", sostuvo "María" -nombre ficticio- una mujer de la zona oeste de la ciudad Capital, quien el pasado lunes descubrió el ultraje de la jovencita.
Fue a jugar a las muñecas
Según contó la mujer, su hija -de 19 años, con retraso madurativo- el día sábado le había pedido permiso para salir a jugar en la casa de una vecina, a donde frecuentaba a diario. "Se fue a las 17 y regresó a las 19. Su comportamiento era extraño. Algo no se anima a contar. Desde entonces no salió más de la casa", sostuvo la mujer quien habló en exclusiva con EL LIBERAL.
El día lunes, el hermano mayor de la víctima advirtió que tenía lesiones en el cuello y cuando trató de investigar de qué se trataba, la joven no dejó que se acercara. Horas más tarde cuando se estaba higienizando, su madre ingresó al baño y descubrió marcas por todo el cuerpo.
"Me dijo que "Juan" (nombre ficticio) le había pedido que le haga pata y lo acompañe a comprar golosinas. Ella accedió. Cuando estaban en el negocio le dijo se había olvidado la billetera y le pidió que vayan a la casa, a pocos metros para buscar el dinero. Cuando estaban en la puerta de la casa, la hizo entrar. Cerró la puerta con llave, le sacó la ropa y la accedió. Ella se reía porque no puede comprender lo que le pasó", dijo quebrada "María".
Al saber el ultraje del que fue víctima, su padre -ex policía- salió a la calle, corrió y encontró justo al acusado que venía caminado a la casa del hermano. Lo tomó de la ropa y esperó a que llegara la policía. Personal de la Comisaría Nº1 del Menor y la Mujer se hizo cargo del procedimiento y trasladó al menor hasta su dependencia, donde quedó demorado a disposición de Justicia de turno, y la menor fue examinada por el médico de Sanidad.
Fuente. elliberal.com.ar