El periódico "Het Laatste Nieuws" anunció que cuando el personal de la guardería se percató del caso, el chiquito ya había muerto por asfixia.
La madre de la infortunada criatura fue alertada por la ausencia del chiquito, pero cuando llegó a la guardería, otros niños señalaron el cajón de arena y le explicaron que habían jugado al "entierro". (Télam-SNI)