Pero de repente perdió el equilibrio y cayó pesadamente sobre un brasero en el que calentaba agua.
Su nieto Nicolás Herrera, escuchó el ruido de la caída y acudió inmediatamente a ver qué pasaba, pero se encontró con que la puerta de la habitación estaba trabada.
Familiares llamaron a la policía y al hospital para que envíen una ambulancia, pero la unidad de salud demoró en llegar casi una hora.
Mientras esperaban el auxilio médico, recostaron a la mujer en su cama sin poder hacer nada por ella debido al intenso frío.
Cuando ya no pudieron esperar mas la ambulancia, los familiares llamaron una tía que tiene auto, y la trasladaron al hospital.