Ayer, pese a no ser alta la temperatura, Exequiel Luna partió desde su hogar, en calle Alberdi del barrio Rivadavia, con su hermano de 9 años y un grupo de amigos.
Según comentó su padre Juan a EL LIBERAL, los chicos se encontraban bañándose, cuando en determinado momento Exequiel se comenzó a “hundir”. Desesperados, sus amigos y su hermano menor, que no había ingresado en el agua, corrieron por auxilio. Un joven que circunstancialmente pasaba por el lugar trató infructuosamente de salvarlo, pero las turbias aguas impedían ubicarlo.
Luego dio aviso a la Policía, que dispuso un amplio operativo para trabajar en el lugar. De inmediato, efectivos de la Comisaría 4ª del Menor y la Mujer, al mando del sub jefe oficial principal Salazar, arribaron al lugar, así como personal de la seccional 41ª y de la brigada interna de la UR 3.
Mientras los efectivos llegaban, el joven lo encontró cerca de una compuerta. Con la ayuda de la Policía, sacaron el cuerpo del agua e intentaron reanimar al pequeño, pero ya había fallecido por asfixia por inmersión.
Escenas de profundo dolor se vivieron cuando arribó al lugar el padre del niño, Juan Luna, un jornalero que no podía creer que su hijo de tan sólo once años, que horas antes había visto jugando en el patio de su casa, estaba a un costado del canal, a punto de ser traslado a la morgue judicial.
“No me imaginé que venía para este lugar, estaban jugando en casa, y como a las cinco de la tarde no los vi más, pensé que estaban por el barrio, menos mal que mi otro hijo no se metió (al canal) éste es un lugar peligroso, es muy hondo, vienen muchos niños, alguien debería controlar y prohibir el ingreso aquí”, manifestó en su angustia el padre.
Fuente: elliberal.com.ar