El 16 de abril de este año, un hombre de apellido Morales, de 48 años, llegó desde el departamento Pomán al Instituto Médico de la Comunidad (IMC), a raíz de un posible problema de presión.
El paciente fue asistido por un médico de apellido Magaquián, quien dispuso su internación en terapia intensiva, y en esa instancia le realizaron una ecografía de abdomen.
Con los resultados en mano, Barrionuevo y otro médico de apellido Salas Martínez, le hicieron mención a un punto en la vesícula como probable causa de su dolencia, y tomaron la decisión de intervenirlo quirúrgicamente.
Morales dijo que si bien no se opuso en ese momento, aclaró que estaba confundido y solo, porque su esposa se había retirado un rato antes a descansar. Pero el hombre aseeguró que en todo momento quiso explicarles que nunca tuvo problemas estomacales.
De todos modos, el 18 de abril Morales fue operado, pero al terminar salió en estado de coma, del que se recuperó recién el martes 22 de abril.
En el post operatorio, el paciente sufrió pancreatitis y estuvo alrededor de 10 días sin comer, hasta fue evolucionando y salió de alta. Morales regresó a Pomán y en los últimos días radicó la denuncia penal.
Pero además se enteró después que también lo habían operado de una hernia, de la que nunca tuvo noticias.