Ayer mismo, luego de que el centenario matutino estuvo en las manos de los lectores, dos de ellos se animaron a suministrar datos que podrían orientar la investigación, a fin de encontrar a la joven de 29 años, quien está desaparecida desde hace más de tres semanas.
María del Carmen Cash, a quien cariñosamente la llaman “Pochi”, había partió desde la terminal de ómnibus de Retiro, el 4 de julio rumbo a San Salvador de Jujuy. Sin embargo, durante el viaje, decidió bajarse del colectivo en Rosario de la Frontera (Salta) “porque no le gustaba la gente con la que viajaba”, le contó a su amigo Juan Pablo Dumón, a quien iba a visitar.
Tras descender, por causas que se desconocen, viajó hasta Santiago del Estero. Desde aquí, el martes 5 de julio a la tarde, le envió mensajes de texto a Dumón, comunicándole que estaba en la “Madre de Ciudades” y sin plata. Por ello, el jujeño le compró un boleto abierto en la empresa Mercobus (ver nota aparte) para que viajara al día siguiente, desde la terminal de ómnibus local.
El 8 de julio fue vista por última vez en Salta, antes de que el ex concejal Juan Causarano la acercara en su camioneta al cruce de Güemes, donde la levantó un camionero que aseguró haberla dejado en el puesto de peaje Cabeza de Buey, 14 kilómetros al sur del lugar donde ella subió a su unidad. “Estaba como dopada”, aseguraron los testigos.
A partir de ese momento, nada más se supo de ella. Sin embargo, una santiagueña asegura haberla visto en el noreste provincial.
Magdalena Corso vive en Pampa de los Guanacos, departamento Copo, ubicado a más 400 kilómetros de la “Madre de Ciudades”. Tiene un comercio en la avenida 27 de Abril Nº 852 del barrio Centro y por este motivo tuvo que extraer un préstamo de una empresa tucumana. Todos los lunes de cada semana, un joven, quien conoce como Fabián y quien viviría en Metán, provincia de Salta, llega hasta su negocio a cobrar las cuotas del préstamo.
La mujer contó que el 18 de julio, por la tarde, vivió una singular experiencia al ver a María Cash enfrente de su casa.
“Ella llegó con el cobrador, pero se quedó junto a la motocicleta en la que se movilizaban. Estaba vestida con un gorro de color blanco, un saquito de color té con leche, un jeans gastado, casi blanco, y botas marrones”, afirmó Magdalena. Pero lo que le llamó la atención, además de su belleza, fue que “estaba como pensativa y con la mirada perdida”.
La mujer pagó la cuota al cobrador y el joven se retiró. “Vamos mi amor”, alcanzó a escuchar que le dijo el muchacho a su acompañante, antes de ascender a la moto.
“Después le dije a mi marido que acababa de ver a la chica María Cash a quienes todos buscan”, contó a EL LIBERAL.
La mujer dijo que pensó en la joven toda la semana y recordó los rasgos de la chica y vio las fotografías que publican los medios, a fin de asegurarse de que realmente era la desaparecida. “Estoy segurísima de que era ella”, destacó.
Al lunes siguiente, el 25 de julio, como todas las semanas, el cobrador se presentó nuevamente en su comercio, en esta oportunidad solo, y la mujer no pudo más. “No quiero que te ofendas, pero esa chica que el lunes pasado estaba con vos, ¿de dónde es?”, le preguntó Magdalena. “Es de Sáenz Peña (Chaco)”, respondió el joven. “No me estarás mintiendo”, le reprochó la comerciante. El chico hizo un silencio y cambio de respuesta: “Es de mi pago”. “Esa es la chica que está perdida”, volvió a la carga la mujer. “No me meta en quilombo”, le respondió el cobrador, de acuerdo con el relato de la vecina de Pampa de los Guanacos. Luego, el muchacho se fue.
A la mujer le llamó la atención que el joven regresó a la noche, pero para realizar una compra. “Sólo viene por aquí a cobrar, pero esa noche vino a comprar agua mineral; se notaba que estaña asustado, nervioso o que quería decirme algo”, señaló.
Magdalena sostuvo que tiene hijos y que se pone en el lugar del padre y los hermanos de María Cash. “Debe significar un dolor muy grande pasar por esos momentos, por eso decidí contar esto porque estoy segurísima de que se trataba de la chica que buscan”, afirmó.
Fuente: elliberal.com.ar
