"Señor policía, vengo a entregarme porque he cometido un pecado y no tengo perdón", fue la frase inicial del confeso -cuya identidad se mantiene en reserva-, al presentarse en la comisaría 25a de Pueblo Nuevo, al sur de Rosario.
La incestuosa relación quedó al descubierto la noche del lunes último, cuando una pastora evangélica visitió la casa familiar del imputado y una de las hijas, la de 15 años, le comentó a la religiosa que desde hacía cinco era víctima de los abusos sexuales de su padre. (Télam)