El incendio se originó en la habitación de uno de los inquilinos, a donde la policía debió entrar tirando la puerta abajo, ya que estaba cerrada con llave desde adentro y al parecer su ocupante quedó desvanecido por el humo.
Las llamas no se extendieron a otras habitaciones, pero destruyeron prácticamente todo lo que había en la afectada.
Además su morador y un vecino fueron llevados al hospital con principio de asfixia, ya que éste último intentó socorrer a la víctima, pero aspiró gran cantidad de monóxido de carbono.
En el lugar no se encontró ningún indicio que hiciera suponer que se pudo haber producido un corto circuito, aunque sí se hallaron varias colillas de cigarrillos.
Posteriormente el hospital informó que tras las dos personas fueron dadas de alta después de recibir asistencia médica.