"Secuestrado junto con sus papás cuando tenía menos de seis meses de vida, separado de ellos sin tener siquiera las palabras y el lenguaje para enfrentar la situación, secuestrado nuevamente por un matrimonio con estrecha relación al régimen cívico-militar que le cambió el nombre y la fecha de nacimiento, a Pablo le esclavizaron el alma", puntualizó.
Abuelas recordó también que "hace menos de dos años se le restituyó su verdadera identidad y su historia y pudo conocer a algunos de sus familiares biológicos que viven en Chile".
"Por entonces supimos de su lucha contra un cáncer y de la terrible vida que le tocó vivir. La decisión que tomó Pablo nos llena de impotencia. Su caso, en 1982, fue uno de los primeros que presentamos ante la Justicia y debieron pasar más de 30 años hasta que la verdad salió a la luz".
El comunicado subrayó además que "el terrorismo de Estado ha prolongado sus efectos en el tiempo y ha atravesado a familias enteras que todavía hoy sufren las ausencias y las heridas".
"Restituir la identidad a los centenares de nietos que faltan es una deuda de la democracia y la única reparación posible al daño que provocó la dictadura, de allí nuestra urgencia por encontrarlos, antes de que sea demasiado tarde, tanto para ellos como para sus familias", concluyó.
Fuente: Télam