Actualmente, el plan llega en teoría a 3,5 millones de chicos menores de 18 años, que son hijos de desocupados, de trabajadores no registrados que cobran menos del salario mínimo, de empleadas domésticas y de monotributistas sociales.
Sin embargo, organizaciones piqueteras que protestan hoy en el centro porteño denuncian que esas asignaciones son repartidas “discrecionalmente” por intendentes kirchneristas.
Bossio admitió que, por falta de documentación o desconocimiento de los padres, hay unos 500.000 chicos que no reciben este beneficio. Partidos de oposición y la Iglesia sostienen, en cambio, que entre uno y cinco millones de niños pobres están fuera del programa.
El decreto de ampliación, que es analizado en los ministerios de Trabajo, Economía y Desarrollo Social, alcanzaría también a los trabajadores temporarios, publica el matutino.
Bossio dijo que la Anses cruza los datos con todos los ministerios, lo cual le permite saber cuántos niños hay fuera del sistema.
Sin embargo, la ampliación del plan a 150.000 niños y el reconocimiento de que 500.000 chicos que viven en situación de pobreza hoy no reciben este beneficio es una forma de abrir un debate que parecía cerrado desde la Casa Rosada, cuando el año pasado se anunció la creación del plan.
Fuente: minutouno.com.ar