Si bien los manifestantes aseguraron que lo que buscaban era "poner una carpa y una olla popular", Aníbal Fernández dijo que en la camioneta "había gomeras con proyectiles fabricados con varillas de 12 cortadas del tamaño de una falange del dedo meñique y otras cuadradas cortadas del tamaño de un dado, además de bombas molotov".
Más tarde, estos mismos elementos se vieron en poder de los manifestantes que las llevaban en sus mochilas, durante la agresión en la Plaza de Mayo, señaló el ministro.
En otras entrevistas, concedidas durante la mañana a las radios 10 y América, el ministro explicó que la gran preocupación ante ese panorama era "inhibir" situaciones de violencia para que no resulten lastimados ni policías ni civiles que circunstancialmente pasaran por Plaza de Mayo.
"Se les explicó que era imposible instalar una carpa en la Plaza de Mayo sin autorización. Se intentó hablar con todos los grupos para poner una suerte de reglamento circunstancial", relató Aníbal Fernández.
El funcionario reconoció que "no sólo no fue escuchado el pedido, sino que se respondió con violencia", obligando a la policía a intervenir.
"Los manifestantes arrojaban bombas molotov, la primera frente al Cabildo, otra debajo de una camioneta del gobierno de la ciudad que estaba estacionada en Avenida de Mayo y otra debajo de un patrullero de la Policía Federal, en la puerta de la embajada de Israel, precisó el ministro.
Consultado sobre la prohibición de instalar carpas en la Plaza de Mayo, Aníbal Fernández señaló que "es el gobierno de la ciudad el que da la autorización" y citó como ejemplo el caso de las carpas en la Plaza del Congreso, donde el gobierno porteño "intimó" y se procedió a pedir autorización.
Aclaró que el delito fue "la presencia de todos los elementos para agredir" y la posterior agresión y no el objetivo de poner una carpa.
"Acampar o no acampar en esos lugares tiene que ver con lo que la ciudad autoriza, porque no es una atribución, ni un poder de policía propio del gobierno nacional", consignó.
Seguidamente aseguró que "la vocación de estos grupos es provocar el conflicto" y que "lo peor que les puede pasar es que el conflicto no se manifieste".
Dijo también que la policía "no tiró balas de goma" y señaló que "no se utilizaron gases, porque hace mucho que la policía federal dejó de utilizarlos". Respecto a la marcha de esta tarde, convocada por Polo Obrero para -según consigna- condenar la "brutal represión de ayer", Aníbal Fernández dijo que aspiraba a que "no haya conflictos".
"Nuestro objetivo es siempre que no haya conflictos, porque en los cinco años que está nuestro grupo político gobernando los destinos del país las acciones siempre fueron dirigidas a ese punto, no ir a agredir y lastimar a nadie", puntualizó.
Según dijo, "todos tienen derecho a manifestarse, pero siempre en el respeto a los demás". Por eso, dijo, "cuando nos encontramos con situaciones como la de ayer, donde está todo preparado para agredir, no queda más remedio que intervenir, y cuando se interviene hay que tratar de tener la menor cantidad de conflictos posibles".
El resultado de la manifestación de ayer, según precisó el ministro, fueron 12 heridos, de los cuales 11 son policías, y ocho detenidos que fueron liberados durante la madrugada.
Aníbal Fernández también se refirió a la toma de ayer en la sede del Partido Justicialista, y dijo que "se revisó todo el edificio y se encontró un paquete que no tenía ningún explosivo y, al finalizar, quienes decían que venían a manfistarse ya se habían retirado".
Finalmente, en referencia a la relación del vicepresidente Julio Cobos con los ministros del gobierno nacional, dejó claro que no tenía ningún problema "personal" con él, sino que estuvo en desacuerdo con "una situación particular". "Cuando uno discute políticas públicas no es una discusión personal, sino política", aseveró.(Telam)
