En una polémica decisión que ya fue apelada y duramente cuestionada por la AMIA, el juez federal calificó como "error" el hecho de que la empresa de telefonía celular de la que eran clientes los policías haya entregado a la Justicia dos informes contradictorios sobre la ubicación de sus teléfonos un día clave, el 10 de julio de 1994.
La AMIA calificó de "prematura y arbitraria" la decisión de Bonadío de dejar de investigar lo ocurrido al apelar su decisión y advirtió que el juez "ignoró por completo" las medidas de prueba que se le pidieron, según el escrito al que accedió Télam. (Télam).-