Barrionuevo aceptó “plenamente” los fundamentos expuestos en la iniciativa “que plantea un llamado a ser protagonistas y artífices de un nuevo tiempo institucional, que nos encuentre a todos transitando el sendero de Catamarca”, y esgrimió que “podemos en esta instancia quedarnos envueltos en nuestras propias visiones, todas ellas válidas, cargadas de la pasión propia del quehacer político y muchas veces contrapuestas, o bien tratar de erigir sobre puntos comunes una nueva dinámica política que nos permita debatir y discutir los temas que la sociedad reclama y que por nuestro carácter estamos obligados a hacerlo”.
Puso de relieve que “dicha iniciativa, como ha quedado expuesta en el informe del miembro informante de la comisión de Asuntos Constitucionales, gira sobre un eje que necesariamente debemos abordar: la reforma política necesaria para una Catamarca que pretende insertarse en el siglo XXI. Por ello, ni esta ni ninguna amnistía serán válidas como aporte para una sociedad mejor si va de la mano de la claudicación de intereses personales, sectoriales o de facciones de poder en aras de establecer canales de diálogo sobre temas comunes que nos interesen a todos los catamarqueños y catamarqueñas”.
Enfatizó que “podría realizar la larga enumeración de fundamentos que motivaron actitudes, desde el signo político en el que milito, en relación con las circunstancias electorales que rodearon el proceso del 2 de marzo y todos sus derivados, o bien asumir mis responsabilidades como militante y dirigente política, realizar con madurez el mea culpa que me toca por los errores de orden político que impactaron en el seno de la sociedad catamarqueña, pidiendo perdón a la misma por el tiempo político que le tocó vivir, esperando que esta actitud sea adoptada por todos, sin hipocresía, e intentar desempeñar con idéntica responsabilidad mi rol en este nuevo espacio donde, sin perder identidades ni dejar de abrazar nuestra ideología, podamos de cara a la gente perfilar y definir auténticas políticas de Estado para bien de nuestro pueblo”.
“Y siendo realmente sincera –repuso-, me inclino por esta última opción, en el entendimiento de que el camino que hemos recorrido la dirigencia política catamarqueña los últimos tiempos ha sido estéril y ella es una de las grandes causales de la abstención electoral. Más allá de que las normas obliguen a emitir el voto en cada elección de renovación de autoridades, la abstención es un claro mensaje de una suerte de hartazgo de la sociedad para con quienes nos erigimos en su dirigencia”.
Advirtió que “muchas cosas no estamos haciendo bien cuando chocamos con el permanente descrédito en la consideración de la gente; si bien esta suerte de divorcio no solo sucede en Catamarca me interesa mi tierra, mi pueblo, y entiendo por sobre todas las cosas que desde esta banca, si digo representar al pueblo, debo actuar conforme sus legítimos intereses”.
Puso el acento en que el tratamiento y la aprobación de esta iniciativa, a la que definió de “importante, en términos institucionales”, no debe interpretarse como si un sector político arrió banderas a favor de otro, “porque estaremos equivocando nuevamente el camino”, ni que el reconocimiento de responsabilidades políticas y la asunción de un nuevo tiempo institucional “implique un pacto para borrar la historia”.
“No podemos volver atrás, pero sí avanzar decididamente respetando la diversidad en la construcción de una nueva Catamarca, por supuesto mucho mejor, sin revanchismos”, remató.
