- A través de un Proyecto de Resolución, el legislador solicita al cuerpo adherir "al 150ºaniversario del sermón que pronunciara el fraile" y solicita se imponga el nombre de "Fray Mamerto Esquiú-Orador de la Constitución a un Salón ubicado en el 1º Piso" del Senado de la Nación.
A través de una iniciativa legislativa presentada en la víspera, Eduardo Brizuela del Moral solicita al Senado de la Nación adhiera al "150º Aniversario del sermón" que el 9 de Julio de 1853 pronunciara Fray Mamerto Esquiú en la Catedral Basílica de Catamarca "exhortando a la obediencia de la Constitución Nacional". El senador nacional cita a Dalmacio Vélez Sarsfield que sostuvo que: "Cuando en un pueblo aparece un orador de la altura del Padre Esquiú, cuando él es comprendido y se sabe valorar su mérito, ese pueblo es un pueblo civilizado aunque sus casas sean chozas".
Recuerda Brizuela del Moral que en 1853 "después de una larga y cruenta guerra civil se promulgaba la Constitución Nacional y se esperaba el establecimiento de un orden de paz y de progreso. Se trataba de serenar los espíritus", consigna en uno de los fundamentos del proyecto.
Más adelante indica que "El espíritu de la norma que previeron los constituyentes fue tan bien interpretada por Fray Mamerto Esquiú, y expresada con tal claridad que le valió el elogio de las personalidades de la época, tan es así que por orden de las autoridades de la Nación, el famoso sermón fue publicado y distribuido en todo el país, dándole prestigio e inmortalizando al notable orador catamarqueño".
También cita al Dr. Arturo Horacio Iturrez, reconocido constitucionalista argentino, que opinó que "el pensamiento y la acción de Esquiú como sacerdote y ciudadano ejemplar tiene hoy plena vigencia. Hizo de Dios el centro de su vida y desde allí se prodigó generosamente al campo cívico". Acota el abogado que Esquiú "No fue político, sólo actuó por amor a la Patria. Amaba la soledad, el silencio, la vida recoleta y humilde. No obstante, llamado por su pueblo, participó en el campo público, para reclamar la vigencia de la ley y el acatamiento y a la autoridad constituida. Puso su palabra prudente, no exenta de firmeza al servicio de esos objetivos, señalando el camino de la verdad y exhortando al cumplimiento de la ley".
Finalmente, Eduardo Brizuela del Moral considera importante recordar que "Es importante recordar que la Reforma de la Constitución llevada a cabo en 1994, la Convención Nacional Constituyente sesionó bajo la advocación del ilustre franciscano catamarqueño, Fray Mamerto Esquiú, según resolución del 27 de junio de aquel año de acuerdo al proyecto presentado por los convencionales catamarqueños".
