Entre cientos de niños alegres, Zunilda, la referente de esa villa del sur de la Ciudad de Buenos Aires, contó a Télam que todos los años se festeja el día del Niño "pero este es muy especial porque lo organizamos a pulmón y con la colaboración de los secundarios".
Con una nariz de payaso, Zuny -como la llaman con cariño los vecinos- destacó que "la idea es juntar a todos los sectores de la villa y darles una alegría a los chicos, aunque nuestro trabajo sea todos los días junto a cada familia".
También disfrazada, Guadalupe, una estudiante de 17 años del Mariano Acosta, manifestó estar "muy emocionada" por la jornada solidaria y artística porque "los nenes y nenas te devuelven con una sonrisa todo lo que haces por ello y eso hace bien al alma".
"No hay nada más lindo que hacer feliz a un chico", agregó Juanse, otro alumno secundario encargado de organizar la kermese y controlar los turnos al metegol.
Por su parte, Carla, una vecina porteña, consideró la actividad como "espectacular" porque "estamos todos juntos y nuestros chicos se divierten y tienen una sonrisa".
Emocionada, destacó la presencia de los "chicos de La Cámpora" todos los sábados "para hablar con los vecinos sobre los problemas del barrio y eso nos hace sentir más acompañados".
Sin dudas, la estrella de la tarde fue el muñeco del ´Sapo Pepe´ que se llevó todos los flashes de los varones, nenas y también de algún adulto.
Luego, fue el turno de la música de la banda Tutú que realizó un show participativo con los niños y cerró el festival el grupo de cumbia Clase K, en un clima de fiesta y alegría de padres e hijos.
Fuente: Télam