La denuncia contra Alvarez de Civale fue originada tras comprobarse su firma en las partidas de nacimiento apócrifas de las denunciantes y luego de los testimonios de familiares de las mujeres, que aluden a que fueron vendidas cuando eran bebés.
Clara Lis Pereyra manifestó antes de iniciarse el juicio, que llega al tribunal "con la motivación de hacer justicia y sentar en el banquillo a una mujer que nos condenó desde que nacimos".
"Estamos aquí porque la justicia se movió rápido, tuvimos el apoyo del Estado nacional" dijo y opinó que "no es necesario tener acceso económico para llegar a esta instancia, sino lo que hace falta es animarse a la verdad".
En tanto, Belmonte admitió que hoy cuando la vio pasar frente a ella a Alvarez de Civale "sentí impotencia, escalofríos porque se la ve tan inofensiva y sin embargo, ella nos robó nuestro origen".
La defensa de Civale, que hoy tiene 82 años, interpuso la prescripción de la causa, la cual fue rechazada cuando la Sala Penal Nº2 de la Cámara Federal de San Martín consideró que el término comienza a correr desde que se conocen los resultados de ADN que determinan que las víctimas del ocultamiento no son hijas biológicas de quienes figuran en sus actas de nacimiento.
Hoy declararán 18 testigos, algunos de los cuales fueron apropiados entre 1968 y 1978, y buscan su origen.
Fuente: Télam