Los delitos por los que serán juzgados por el Tribunal integrado por Carlos Rozanski, Pablo Vega y Pablo Jantus son los de "extorsión, privación ilegítima de la libertad y aplicación de tormentos".
Fuentes judiciales confirmaron a Télam que el juicio se desarrollará en cinco audiencias en las que declararán, además de Carlos y Alejandro Iaccarino, ya que Rodolfo falleció en 2009, otras 15 personas, entre ellas el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y la Fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, María Isabel Chorobik de Mariani.
Según la requisitoria de elevación a juicio de los fiscales Rodolfo Molina y Hernán Schapiro, "los hermanos Carlos, Rodolfo y Alejandro Iaccarino fueron secuestrados por individuos pertenecientes a las estructuras del Estado, el 4 de noviembre de 1976, por claras motivaciones de índole económica, consistentes en la ilegal apropiación de sus bienes y, además, en la eliminación de la actividad empresarial que en ese momento llevaban a cabo".
"Los hermanos Iaccarino fueron secuestrados por funcionarios policiales que respondían a la cúpula militar y por orden de ésta. Fueron conducidos a varias dependencias policiales, torturados y alojados en condiciones inhumanas, todo ello para quebrar su resistencia moral y ceder a la pretensión de transferir sus bienes para su lisa y llana erradicación de la actividad empresaria", concluyeron los fiscales.
Carlos Iaccarino recordó, en diálogo con Télam, que "en una celda de 4 por 4 metros sin baño y sin ventilación estábamos entre 25 y 30 personas. En otras ocasiones, en celdas de 1,00 x 2,30 mts estábamos de a dos personas, totalmente cerradas y con puerta ciega de chapa".
El 4 de noviembre de 1976, toda la familia Iaccarino fue secuestrada: Rodolfo, Carlos y su padre fueron detenidos ilegalmente en Santiago del Estero y su hermano Alejandro junto a su madre en Buenos Aires.
"Pasamos por 14 destinos, de los cuales 9 eran centros clandestinos de detención, mientras que nuestros padres fueron liberados a los 13 y 17 días del secuestro, pasando por condiciones infrahumanas, lo cual les trajo una serie de problemas de salud", precisó Carlos Iaccarino.
Carlos remarcó que al momento del secuestro "mi hermano Rodolfo tenía 32 años; Alejandro 30 y yo 29, y un exitoso proyecto de vida, en función del trabajo, que quedó destrozado; como así también el entorno familiar y social que para nosotros fue y es muy importante".
Los Iaccarino eran propietarios de una empresa constructora, una compañía de iluminación, una empresa de auditoría y consultora de trabajo, todas estas con sede en La Plata; una industria láctea en Santiago del Estero y dos establecimientos agrícolas en esa provincia.
Carlos Iaccarino remarcó que "nos robaron todo, incluso se hizo presente (en ´El Infierno´) una escribana" y enfatizó que "hasta ahora no hemos recuperado nada".
Precisó que ni sus hermanos ni él tenían militancia política partidaria, por lo que durante años se preguntaron por qué los habían secuestrado y despojado de sus bienes.
"Pensamos que estábamos poniendo en marcha un proyecto económico- social que apuntaba a desterrar a los intermediarios parasitarios de la cadena de valor, para que la gente consumiera más y en forma más económica", reflexionó.
Explicó que tanto él como su hermano Alejandro tienen custodia de la Gendarmería Nacional -en el domicilio y ambulante-, y que en su caso tiene custodia del Centro de Protección a la Víctima de la provincia de Buenos Aires.
"Esto no es forma de vivir, nosotros sufrimos algo deleznable, llevamos luchando 36 años y ahora necesitamos descargar esta mochila en el Tribunal Oral Federal nº 1 de La Plata y que se haga justicia", concluyó.
Los hermanos Iaccarino estarán representados por los abogados Florencia Arietto, Pablo Llonto y Giuliana Salomone.
En el transcurso del debate se prevé la realización de una inspección ocular a la Brigada de Investigaciones de Lanús, donde funcionó "El Infierno".
Esta no será la primera vez que los Iaccarino declaren. Ya lo hicieron en los Juicios por la Verdad de La Plata, en el juicio que se siguió al capellán de la policía Christian Von Wernich, en el juicio contra penitenciarios de la unidad número 9 y en el juicio al Circuito Camps.
Fuente: Télam
