El veredicto fue leído pasado el mediodía en los tribunales federales del barrio porteño de Retiro y luego que por la mañana los tres se negaron a pronunciar sus últimas palabras ante los jueces Oscar Hergott, Adriana Pallioti y Daniel Obligado.
Lavia fue encontrado culpable como coautor del ocultamiento, retención y alteración del estado civil de un menor de diez años, además de falsedad ideológica de documento público, por la sustracción en la última dictadura cívico militar de la recién nacida y su inscripción como hija biológica suya.
La nieta recuperada 105 de Abuelas de Plaza de Mayo creció bajo el nombre de María Florencia Lavia hasta que recuperó su identidad a los 33 años tras un examen de ADN.
La esposa de Lavia, Serafina Marchese, fue condenada a 6 años y seis meses de prisión como partícipe necesaria de los delitos y el médico Francisco De Luca a cinco años e inhabilitación para ejercer su profesión por el mismo período.
En el caso de Lavia, el Tribunal no hizo lugar a un pedido de fiscalía y querella para inhabilitarlo en su profesión de médico.
Tras la lectura del veredicto, cuyos fundamentos se conocerán el próximo 15 de junio, el público estalló en aplausos mientras que los familiares de los padres biológicos de Florencia Reinhold se emocionaron hasta las lágrimas.
La querella de Abuelas de Plaza de Mayo había pedido condenas de hasta diez años de cárcel en su alegato final.
El 14 de agosto de 1977, un grupo de personas armadas vestidas de civil a cargo del Servicio de Inteligencia Naval ingresó en el domicilio de la abuela Reinhold, en Haedo, donde buscaban a Marcelo Reinhold pero no lo encontraron.
Allí secuestraron a Susana Siver, embarazada de 4 meses y Marcelo fue detenido horas más tarde en otro lugar. El matrimonio fue llevado a la Esma.
Por testimonios de sobrevivientes, se supo que el 15 de enero de 1978 Susana, de 21 años, fue llevada al Hospital Naval de la ciudad de Buenos Aires, donde, por cesárea, nació su hija el 16 de enero, 15 días después fue entregada al matrimonio que la crió como propia.
En marzo de 1982, las familias se acercaron a Abuelas de Plaza de Mayo para buscar al matrimonio y la beba.
La niña fue entregada por el médico represor de la Armada Aldo Clemente Chiappe al matrimonio Lavia-Marchese.
Chiappe, en ese momento, prestaba servicios en la Esma, donde estuvieron detenidos Marcelo y Susana. Pero, además, era compañero de guardia de Lavia en el Sanatorio de la Unión Obrera Metalúrgica de Haedo.
En junio de 2011, una joven que siempre había tenido dudas accedió a realizarse voluntariamente los análisis de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos.
El 1 de agosto de ese año, Florencia Laura Reinhold Siver recuperó su identidad.
Fuente: Télam
