En el medio hubo también roces diplomáticos por el caso del juez Romano, acusado por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura argentina, sobre quien la Justicia nacional reclamó días atrás a la Corte Suprema de Chile "prisión efectiva", lo cual fue rechazo por el máximo tribunal.
Si bien sobre el ex camarista pesa un pedido de captura internacional por parte de Interpol, Romano vive en el país vecino, que le otorgó una visa temporal por un plazo de ocho meses en tanto decide si acepta o no su pedido de asilo político.
Asimismo, en el temario a tratar por los dos mandatarios está otra cuestión que generó rispideces y que toma relevancia a partir del caso romano: el pedido chileno para que la Argentina extradite al ex guerrillero Galvarino Sergio Apablaza, asilado en Buenos Aires tras ser acusado en ese país de ser el autor de la muerte del senador Jaime Guzmán y del secuestro del empresario Cristian Edwards en 1991.
La Comisión Nacional para los Refugiados (CONARE) aprobó en su momento el asilo político a Apablaza, decisión que Piñera busca revertir.
La cuestión Malvinas también formará parte de la agenda de la reunión, luego de que Cristina anunciara su intención de que Aerolíneas Argentinas vuele a las Islas, lo cual podría afectar el convenio que permite que la chilena LAN viaje a Puerto Argentino con escala en Río Gallegos.
La Presidenta llegará a Santiago tres días después que el vicecanciller británico, Jeremy Browne, quien lo hará este lunes y se reunirá con Piñera en un intento por revertir los apoyos que la Argentina obtuvo en Sudamérica en la cuestión Malvinas. 26noticias.com.ar