El legislador comentó que si bien la zona de la jurisdicción de Icaño, es toda un importantísimo yacimiento arqueológico que nos muestra la presencia humana en ella desde hace diez mil años”, el proyecto tiende a revalorizar las construcciones religiosas levantadas en esos lugares. Dijo que el verdadero asiento poblacional comienza con la fundación de la ciudad Barco III, estableciéndose desde la misma un sistema de mercedes y encomiendas de indios existiendo referencias de la Merced de Colauil, la que fuera otorgada en 1619 por el gobernador Quiñones y Osorio a la esposa del capitán García Barata, la que habría estado poblada desde años atrás. El casco de una de las estancias de la familia antes mencionada, habría estado en lo que hoy se conoce como Villa Vieja de Icaño. Existen antecedentes que indican además que entre 1800 y 1850 pasaba por ICaño la ruta que unía Córdoba con Catamarca.
En la zona de Icaño quedan actualmente testimonios de nuestro patrimonio histórico, cultural y religioso; el altar de lo que fuera la cuarta iglesia, la Casa Parroquial y el Cementerio Viejo. estas ruinas constituyen uno de los últimos eslabones de los monumentos coloniales que habiéndose iniciado en el Alto Perú, se establecieron en las serranías del este catamarqueño”, indicó Luna. Aseguró además que el altar es el único que queda en pie de lo que fuera la cuarta iglesia. También que si bien que no existen datos precisos de cuándo fue construida la casa parroquial, se cree que fue levantada antes del año 1866 por los materiales utilizados. Resaltó además que en el cementerio viejo se conservan estructuras antiguas y descansan en el lugar dos sacerdotes que misionaron en la zona. Este proyecto de ley tiende a preservar estas ruinas históricas como testimonio de quienes nos antecedieron en el camino de la vida. Ellas son nuestro derecho propio y como tal tenemos el deber de conservarlas”, fundamentó Luna durante el tratamiento de la iniciativa en el Senado.
