Según un informe presentado por la Procuración General de la Supremna Corte, en 2013 se presentaron 723.138 denuncias penales en el territorio bonaerense, a razón de 82 delitos por hora. Representa un aumento del 5% en relación a las mismas cifras oficiales de 2012. Los episodios de muertes violentas también crecieron significativamente: en 2013 hubo 1.295 homicidios dolosos, un promedio de 3,5 diarios (8% más que 2012).
Otro informe realizado por el periodista Gustavo Carabajal marca que durante el mes de abril 21 personas fueron asesinadas en Capital y Gran Buenos Aires. Gustavo Vega, Javier Gallardo, Héctor Benito Sangregorio, Horacio Romero, Juan Ávila, Néstor Bauza, Luis Boemo, Marisol Oyhanart, Marcelino Schereiners, Marcelino Antonio Sunde, Hernán Pablo Alonso, Manuel Cufré y un quiosquero de Monte Chingolo (no se ha dado su identidad) son los nombres de las personas asesinadas en hechos delictivos en los últimos 10 días. Una cifra más que alarmante.
Andrés Klipphan, otro periodista especializado, también realizó un informe que adjuntamos en la nota. En el mismo entrega una estadística que coloca a la Argentina al tope de un ranking peligroso. Según datos de Naciones Unidas, Argentina es el país con mayor cantidad de robos cada 100 mil habitantes, con 977, mientras que México y Brasil son países que sufren esta misma problemática pero no alcanzan nuestro nivel.
De estos robos muchos de ellos terminan en circunstancias muy violentas. Tan sólo hay que ver lo que sudeció en Wilde o Villa Adelina, o mismo en Salto en la noche de este miércoles donde mataron de tres tiros a un productor rural.
Las razones, múltiples. Pueden abordarse desde el sentido social, dándo más acceso a la vivienda, a a la salud y a un trabajo digno; mientras que también puede implementarse un paquete de medidas efectivas, de corto plazo, para poner más presencia en las calles de fuerzas policiales.
De una forma, o la otra, la República Argentina dejó de ser lo que conocíamos y hoy se encuentra consternada por la inseguridad cruel que ya no distingue de clases, y toma a cualquier persona de rehén.
Fuente: diario26.com.ar