Recordó también que "a más de 500 pacientes hemofílicos le hicieron una recolección de sangre diciéndoles que era para un mejor tratamiento, pero en realidad era para averiguar si se habían contagiado de HIV o de alguna otra cosa".
"El 23 de enero de 1983, recibieron un facsímil de la Fundación de Hemofilia de Estados Unidos, diciéndoles que esos medicamentos derivados de la sangre no se podían utilizar, incluso la FDA los había mandado a eliminar, pero aparentemente lo vendieron igual en países de América, Japón , Brasil, o sea que no eliminaron nada", dijo.
Agregó que "los muertos por HIV son 210 y puede haber más, mueren todos los días y los de hepatitis. Había 1.200 y hoy quedan setecientos y pico".
Esquetino se refirió también a las declaraciones pronunciadas por el abogado a cargo del caso, Eduardo Giadone, quien aseguró que Bonadio "jamás impulsó la causa" y aseguró que muchos pacientes "murieron sin la posibilidad de ver justicia".
En ese sentido, Esquetino expresó: "Los médicos se enriquecieron, pero los pacientes eran tan pobres que no tuvieron la oportunidad de tomarse un remis para hacerse tratar".
Fuente: Télam