Además del caso de Ford, el juicio que tramitará el Tribunal Oral Federal 1 de San Martín abarca a detenidos-desaparecidos de los astilleros Astarsa y Mestrina, las cerámicas Cattáneo y Lozadur y la metalúrgica Bopavi, durante la última dictadura.
De hecho, la querella ya reunió más elementos de prueba que los disponibles hasta la elevación a juicio, dijo Llonto y puso como ejemplo que, "en el caso de los ceramistas, nosotros no habíamos logrado en la instrucción que los libros de la quiebra, que están pudriéndose en juzgados comerciales, fueran incorporados".
"Ahora sí están los libros de la quiebra y los del Directorio, y en uno de ellos se discute el tema de los activistas sindicales. Ese elemento de prueba va a estar en el juicio", expicó.
No obstante, como a este juicio no llegan como imputados más civiles que tres ex directivos de la Ford, "vamos a trabajar para que esa (nueva) prueba quede consolidada en la sentencia y se pueda investigar la responsabilidad de alguno de los directores en un futuro juicio", añadió el letrado.
Llonto aludió en el mismo sentido a documentación de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (Dipba) "que señala a activistas (obreros) y otra (del mismo organismo represivo) que lista personal militar y policial en las empresas, como contactos propios de inteligencia".
A la nueva prueba se suman indicios, entre los cuales Llonto mencionó a "la revista Informaciones de la Jefatura de Inteligencia del Ejército, con publicidad de empresas como Ford, Techint, Mercedes Benz y muchas más".
"Sin ser una prueba fuerte, es un indicio: las empresas ponían plata para (una publicación de) los aparatos de inteligencia que conducían la represión también contra delegados y activistas sindicales de esas mismas empresas", subrayó.
Volviendo al caso de los ceramistas de Lozadur y Cattáneo, "tenés obreros secuestrados en la puerta, tal vez adentro. Pero en esta etapa no van a ser enjuiciados los responsables civiles", ya que no fueron imputados en la elevación a juicio, insistió Llonto.
"En la hora de los alegatos, a partir de la nueva prueba acumulada nosotros vamos a pedir que en la sentencia, sobre cada una de las empresas, se diga por parte del Tribunal una especie de recomendación" de abrir nuevas causas.
El Tribubal Oral "no puede ordenar al de instrucción pero si puede recomendarle que investigue (la responsabilidad de empresarios o gerentes, según la prueba acumulada). Que es lo que no se pudo hacer en la instrucción, salvo en Ford", concuyó Llonto.
Fuente: Télam