Alagia consideró que a lo largo del proceso se probó que, durante la última dictadura, esa dependencia militar funcionó como "una asociación ilícita que se dedicaba a cometer delitos de lesa humanidad".
El representante del misterio público pidió la semana pasada, junto con su colega, Gabriela Sosti, penas de 17 años de prisión para Sánchez Reisse, 12 para Bufano y 10 para Silzle.
"El Batallón 601 llevó a cabo operaciones clandestinas enBrasil, Perú y México en el marco de la contraofensiva montonera y como parte del Plan Cóndor"
El Tribunal Oral Federal Nº6, compuesto por los jueces, José Martínez Sobrino, Julio Panelo y María del Carmen Roqueta, escuchó los alegatos de la fiscalía, la querella y la defensa, y anunció que el 14 de mayo emitirá una sentencia en la causa.
Los tres imputados fueron integrantes del Batallón 601 y tras participar en la represión ilegal, formaron una banda que a principios de los ´80 se dedicó a secuestrar empresarios y financistas en el marco de una denominada lucha contra la subversión económica.
Los fiscales remarcaron en su acusación que los empresarios secuestrados pertenecían en su mayoría a la comunidad judía, y que desde la mirada de estos represores "no tenían derecho a los bienes que poseían por no pertenecer a un grupo nacional".
"En ese sentido, se puede decir que existe un paralelismo con el nazismo, ya que los agentes de la dictadura buscaban una suerte de airianización de la economía", señaló el fiscal.
Koldovsky; Sivak, Siganevich, Neuman, Meller, Prisant, Saiegh, Tomasevich, Gurfinkel, Paslvan, Fejner son algunos de los nombres de los empresarios que padecieron secuestros extorsivos por parte de la banda que lideraba Sánchez Reisse.
Los fondos obtenidos en esos delitos financiaron la participación de represores argentinos en América Central, que asesoraban a las dictaduras locales en materia de contrainsurgencia.
Los acusadores citaron en su alegato el trabajo de Ariel Armony, un politólogo argentino que realizó una tesis sobre el tema, y se refirieron también en la participación de este grupo de represores en el Plan Cóndor.
Los tres imputados formaron una banda a principios de los ´80 dedicada a secuestrar empresarios y financistas en una denominada lucha contra la subversión económica
"El Batallón 601 llevó a cabo operaciones clandestinas en países de la región como Brasil, Perú y México en el marco de la contraofensiva montonera y como parte del Plan Cóndor. En base a esas operaciones y los fondos que se utilizaban, basamos nuestro argumento de que hubo una asociación ilícita", explicó el letrado.
La historia pública de este grupo de agentes de inteligencia, abocados tanto a la represión como al delito, salió a la luz en 1981 en Suiza, cuando fueron detenidos en Ginebra al intentar percibir el rescate por Koldobsky, un financista uruguayo que tenía una casa de cambio.
Ese caso sirvió de punto de partida para la investigación "La Pista Suiza", del periodista y sobreviviente de la ESMA, Juan Gasparini, quien declaró en este juicio oral por video conferencia desde Ginebra, donde reside en la actualidad.
"Cuando lo entrevisté para el libro me pareció un fabulador profesional. Reconocía que se había dedicado a los secuestros, pero alegaba que lo había hecho para combatir a la subversión económica", le contó Gasparini a Télam cuando se inició la etapa oral de este proceso en febrero pasado.
Aunque la Justicia argentina reclamaba a estos hombres por el secuestro de Combal, Suiza los condenó por chantaje en 1983, pero dos años después, Sánchez Reisse violó la libertad condicional en la que se encontraba y se dio a la fuga.
"Durante su permanencia en Suiza, los agentes intentaron brindar información sobre el destino de los desaparecidos. Alguno habló sobre los vuelos de la muerte y se ofrecieron a dar datos sobre el destino del escritor Haroldo Conti. Eran todas pistas falsas", apuntó el periodista.
En 1987, Sánchez Reisse, Bufano y Martínez se presentaron ante los tribunales argentinos y aunque la causa tenía varios cuerpos, el juez Luis Cevasco dictaminó que no había pruebas para procesarlos.
"Eran todos hombres que trabajaban para la estructura que había armado el general Guillermo Suárez Mason, ex jefe del Primer Cuerpo de Ejército durante la dictadura", apuntó Gasparini.
Fuente: Télam
