Sin embargo, se informó que Massa todavía no se reunió con el jefe de Unión Celeste y Blanco, con quien mantuvieron cruces verbales en la campaña de 2013, en la que fueron rivales.
"Aún no me parece el momento para hablar, hay que ver cómo se consolidan nuestros propios precandidatos", dijo Massa a miembros de su equipo más cercano.
Desde el comando de campaña, más optimistas con respecto a esta posible incorporación, esperan ya que el mes próximo se pueda formalizar el pase de De Narváez, al cual califican como "un 90% cerrado".
Sorpresivamente, Giustozzi, quien había advertido con un posible portazo si se aceptaba el ingreso de Martín Insaurralde, ahora es uno de los operadores para sumar a De Narváez.
"Giustozzi busca socios menores que frenen la llegada de Insaurralde", interpretaron desde la cúpula massista.
Por su parte, el domingo pasado De Narváez dijo en declaraciones radiales, al ser consultado al respecto, que lo que está "haciendo es conversar con los dirigentes que tengan vocación" de conformar un gran frente opositor en las próximas elecciones, y admitió su acercamiento a Massa.
En tanto, desde el massismo algunos dirigentes comienzan a preguntarse cómo será la convivencia ante un eventual pase del ex aliado de Mauricio Macri en 2009, ya que entre los precandidatos a gobernador hay quienes no terminaron en los mejores términos con De Narváez, como Felipe Solá y Mónica López.
Fuente: Télam