Recordó luego que el religioso comenzó su apostolado siendo párroco del departamento Capayán, “donde puso de manifiesto la vocación que lo impulsó a tomar los hábitos, llevando el consuelo, la palabra, el aliento y de esperaza cristiana a los más apartados lugares, recorriendo llanuras, cerros y valles a lomo de mula”.
“Sacerdote ejemplar, de trayectoria humana y solidaria, de amor pleno hacia el prójimo, acompañante del sufriente, del pobre, del desvalido, sin ser necesidad de ser llamado brindada el apoyo espiritual, religioso, que reconfortaba. Así como sabía expresar que: ´nadie puede conocer el camino al cielo sin antes de tener el estómago alimentado´, se volcó a los que no tienen, a los desposeídos”, sostuvo el senador.
Dijo además que Sonzini recibió el reconocimiento de propios y extraños por su generosa actividad. En la Asamblea Legislativa del 10 de agosto del año 2000, fue consagrado como “Gobernador Provisorio” y el pasado 30 de junio en sesión del Concejo Deliberante de la Capital, se lo declaró ciudadano ilustre.
Agüero, también en sus palabras, recordó que el padre Sonzini fue su mentor y consejero en su adolescencia y juventud. “Con su palabra justa, su conducta proba, me enseñó el camino que debía transitar”, manifestó.