Zaffaroni precisó que el reclamo se transformó en "ilícito" desde que las autoridades empezaron a tratar la problemática y llevaron el asunto hasta estrados internacionales, con el reciente fallo del tribunal de La Haya.
"Desde que se empezó a atender la situación, desde que empezaron a formularse las protestas internacionales se convirtió en ilícito. Ilícito me refiero a que es contrario al orden jurídico, no es un delito", puntualizó el magistrado.
"Es ilícito, pero no delito. Qué significa que algo sea ilícito pero no sea delito, si me perjudica económicamente puedo demandar a los protagonistas y puedo obtener una reparación de carácter civil", indicó, en alusión al corte en Gualeguaychú, que lleva tres años y medio de duración.
El magistrado señaló que si bien las protestas callejeras "rozan el derecho penal", cuando interrumpen vías de comunicación y afectan la circulación de terceros, existen causas que justifican esa forma de proceder, como "necesidades urgentes, apremios o riesgo de vida".
Para Zafaroni, "no toda la población tiene acceso a todos los canales jurídicos de reclamo", por lo que las protestas en la vía pública son válidas para "llamar la atención de las autoridades", aunque durante un tiempo determinado y hasta que se haya alcanzado ese objetivo.
Sostuvo que no existe ningún argumento penal que permita "criminalizar" las protestas callejeras y consideró que generalmente se tratan de "materia de regulación contravencional", al afectar, por ejemplo, el "derecho de libre circulación" de terceros.
Fuente: NA
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Por: Juan el 30-04-2010 a las 16:52