Lo firman los convencionales radicales Victor Luna, Daniel Walther, Tomás Aparicio, Pablo Maggini, Silvia Ramos, Ernesto Alvarez Morales, Carlos Bustamante, Luis Lobo Vergara, Rubén Savio y Daniel Rojas.
Este es el texto del documento:
"Ante la próxima Convención Nacional de la UCR, los radicales catamarqueños - reafirmando nuestra identidad arraigada y plena en los principios que dieron origen a nuestro partido- consideramos necesario expresar los motivos de nuestra decisión de abstenernos en esta instancia convocada con el fin de elegir nuevas autoridades".
"Entendemos que es impostergable una reflexión sobre el presente y el futuro de la UCR y por eso instamos al conjunto de los correligionarios que integran el máximo órgano de deliberación partidaria a adoptar esta actitud reflexiva, de la cual en modo alguno puede colegirse un menoscabo a las calidades personales y políticas de todos quienes están siendo postulados para asumir la responsabilidad de conducir nuestra Convención Nacional".
"No nacimos los radicales como un partido sino constituyendo un frente social y político, heterogéneo y plural, que se planteaba ante la realidad de un país construyendo la unidad en torno a la causa de la recuperación nacional. Distintas vertientes ideológicas confluyeron y convivieron en una nueva realidad política que expresaba al nuevo país que surgía, consolidando una escala de valores que el régimen había corrompido".
"Desde entonces, y a lo largo de una prolongada historia, la UCR fue protagonista de los momentos que definieron el rumbo del país, en tanto representaba genuinamente la amplitud de una pluralidad social, la vocación de unidad del pueblo, y la coherencia con una escala de valores".
"Del mismo modo, cuando el radicalismo antepuso a esa responsabilidad esencialmente política precondiciones ideológicas que el pueblo no demandaba y conductas despojadas de valores que el pueblo - en cambio- asumía como propios; se expuso a las presiones cruzadas que debilitaron su posición en gobiernos legítimamente constituidos".
{adr}"Más al no haberse acertado en un criterio de oportuna autocrítica para la detección y corrección de estos errores, los mismos desvíos prolongaron las condiciones para su perpetuación.
A poco de la caída del último gobierno en el que se adjudicó responsabilidad ejecutiva a nuestro partido, y sin haber resuelto aún las condiciones traumáticas que provocaron la salida anticipada del poder en 1989, la UCR se embarcó en un tortuoso proceso interno para la elección de su candidato presidencial".
"Los radicales de Catamarca advertimos la irracionalidad de esa puja intestina protagonizada de espaldas al juicio de una sociedad azorada; interna que fue el preludio de la derrota electoral más dura de la que tenga memoria la Unión Cívica Radical. Nos abstuvimos entonces y la realidad corroboró la racionalidad de nuestros motivos".
"No obstante, habiendo cedido a la tentación de reemplazar la genuina autocrítica por una mera e insuficiente competencia retórica, los radicales parecemos haber admitido que de este proceso que redujo a la UCR a la condición de marginalidad casi inexistente en el escenario político nacional, emergiera - ya no de la legitimidad que sólo provee el pueblo, sino de la lógica burocrática de la propia estructura- una revalidación de posiciones en los espacios de conducción partidaria".
"La convocatoria a la presente Convención Nacional no aparece sino como una extensión de este proceso que está llevando a la UCR a una crisis cada vez más profunda y en la que -luego de la fragmentación- no es amenaza incierta el riesgo de su final agonía".
"Por esto, la reflexión se torna imperiosa, no sólo a los efectos de sortear las dificultades presentes, sino para delinear un proyecto estratégico que recupere a la UCR para el país. Son numerosos los ejemplos de fuerzas políticas que se propusieron y lograron, pensarse a sí mismas en el horizonte del largo plazo. El propio radicalismo, en su origen, fue un proyecto estratégico sabiamente conducido que luego de muchos años de luchas y abstenciones, y de incesante construcción de poder para el pueblo, estuvo finalmente preparado para entregar a la Nación la riqueza de sus ideas y sus conductas".
"Interpretamos que pesa sobre nosotros la responsabilidad de no admitir que se mezquine a la comunidad, por errores dirigenciales, la generosidad del ideario radical".
"Por eso, denunciamos y advertimos, que no será en el rumbo del aislamiento de la UCR ante la sociedad, adonde encontraremos los motivos, las razones, los caminos para reencontrarnos con la legitimidad con la que alguna vez el pueblo de la Nación nos honró acabadamente".
