Gerván, uno de los panelistas que llegaron a la ‘cuna del poncho’ proveniente de Buenos Aires, durante su exposición proclamó que para lograr calidad en el proceso legislativo "las acciones deben estar orientadas a mejorar los sistemas de apoyo directo a la gestión parlamentaria".
"El seminario es altamente positivo y sumamente necesario, pero hay que bajar la teoría a la práctica en función de las realidades y necesidades de cada lugar", esgrimió uno de los concejales presentes. "Hay patrones que son comunes cuando se habla en términos de modernización, pero sin dejar de tener en cuenta las diferencias y particularidades de cada región", dijo el disertante.
Tras referirse a la importancia de los sistemas informáticos y electrónicos como así la capacitación, formación continua y optimización de los recursos humanos, hizo notar que resulta imprescindible que los Concejos Deliberantes cuenten con personal estable "para que la capacitación tenga continuidad, porque sino todo lo que se haya invertido con ese objetivo caería en saco roto", y enfatizó que "no hay que esperar escenarios ideales para comenzar con un proceso de modernización".
Ante el planteo del auditorio de la escasa preparación con la que llegan a sus funciones la mayoría de los concejales, manifestó que "no podemos cifrar las expectativas esperando que todos los legisladores sean profesionales, pero sí pueden contar con gente idónea que los asesore en diferentes temáticas y cuestiones".
No obstante no contar con sede ni presupuesto propio y con carencias del servicio de Internet, algunos ediles transmitieron que existe voluntad "porque de a poco vamos avanzando en aspectos organizativos". Al respecto, el expositor subrayó que "cada vez se hace más necesario que los Concejos Deliberantes cuenten con estructuras, no grandes, pero que les permita desplegar sus actividades vinculadas a lo legislativo, tecnológico y administrativo".
Para aludir al relevamiento de inquietudes, necesidades y propuestas que permiten formular estos primeros encuentros que han comenzado a concretarse, el primero en octubre del año pasado en Capital y éste en Belén, sostuvo que "si no hay un buen diagnóstico, es difícil que se pueda llevar adelante un buen programa", y simultáneamente hizo un llamamiento a "revalorizar la estructura de apoyo técnico, pensar siempre en términos de profesionalidad pero pensar también en personal idóneo, con oficio y experiencia, porque eso potencia la acción de gobierno y potencia la acción de los Concejos Deliberantes".
Otra de las inquietudes de los concejales estuvo direccionada a reclamar que al rol de contralor que tienen habría que adosarle algunas más, como la de administrar programas nacionales. "El de ejecutor debe ser también el nuevo rol de los Concejos Deliberantes, junto al de contralor", reclamando una mayor participación en las acciones de los Ejecutivos municipales.
"Si bien el régimen municipal es privativo de cada provincia, es una asunción de hecho de los municipios que ni siquiera las normas lo han asignado", aclaró el licenciado en Ciencias Políticas, Eduardo Arraiza, que también estuvo en Belén como panelista. En ese contexto, estimó que "hay que redefinir la autonomía y mayor descentralización con nuevas responsabilidades para los municipios. Las mismas están bien repartidas en las normas, pero en los hechos se ha desbalanceado las acciones con una mayor carga hacia los municipios".
"Las competencias, de todos modos, más allá que se desvirtúa en la práctica, están bien delimitadas. Tienen bien asignadas las funciones y competencias los Concejos Deliberantes, que es la de contralor y elaboración de normas", recalcó.
En otro orden, los ediles comunicaron que no solo se dedican a tareas de contralor sino también a asistencialismo. "Perdemos energía en atender casos particulares y no concentrar esas energías y esfuerzos para dar respuestas a las problemáticas que atañen al conjunto de la comunidad", argumentaron. Gerván, en ese plano, sostuvo que "obviamente, la función es dar marcos generales, pero también es cierto que para la gente la puerta del legislador es más fácil de llegar. Avanzar en este terreno también exige un sinceramiento acerca de las motivaciones que hay en cada caso. Estamos en un escenario de fuertes transiciones, en la medida que no identifiquemos claramente estas motivaciones sobrevienen las complicaciones y distorsiones. A medida que la crisis se va superando, se va devolviendo a cada institución su cauce natural".
Arraiza, en este punto, advirtió que "hay un desconocimiento de la gente sobre a quién dirigirse y sobre las funciones específicas de cada uno", remarcó que el legislador "no puede dedicarse a la acción social porque descuida su función para la que fue elegido", pero observó que "la gente critica a los concejales porque no cumplen sus funciones, pero le está demandando respuestas a cuestiones que lo empujan a descuidar de su función principal que le asigna la Constitución".
Uno de los concejales presentes dijo que es la misma sociedad la que "lleva a que cada legislador mute su función", y trajo a colación que en Europa "los legisladores le marcan el rumbo al Ejecutivo, pero acá es al revés", en tono de reproche afirmó que "la gente no valora la función legislativa, valora más el asistencialismo" y sugirió a informar a la comunidad "para que sepa sobre el rol y la tarea de los legisladores, que la misma es general, más abarcativa y amplia, marquemos la función del legislador; lo nuestro en materia de acción social es muy limitado".
"Tomar conciencia de la función del legislador y tomar conciencia el legislador de su rol en la relación que tiene con el Ejecutivo", pontificó.
El concejal Luis Guillermo Valdez Franco no pareció compartir esa tesitura en líneas generales, porque interpreta que los concejales que hacen acción social "practican la demagogia, es para justificar lo que no hacen".
"Hacen asistencialismo con dinero ajeno y de ese modo se pierde la capacidad de oposición; se trata de conciencia y preservar la libertad para ejercer el auténtico rol de contralor", fustigó.