Fue el gobernador quien lideró la fiesta, subido al colectivo especial que tiene la agrupación política, con el techo cortado para permitir que la gente vea a los triunfadores. Fue el mismo que utilizó Zamora cuando logró su reelección como gobernador en noviembre del año pasado.
Sin embargo, la celebración había comenzado horas antes, cerca de las siete de la tarde, cuando los militantes llegaron hasta la sede partidaria ubicada en Garibaldi casi Sarmiento. Mientras el gobernador, los candidatos Daniel Brue y Oliva y los miembros de la mesa chica del Frente Cívico seguían atentos los informes de los fiscales del partido y del centro de cómputos montado en la sede, la gente ya iba palpitando el desenlace que se presentaba como el más probable: el ingreso de los tres candidatos.
Pero los candidatos y Zamora preferían la cautela y esperaban los resultados oficiales antes de ofrecer la conferencia, que estaba pautada para las nueve de la noche, momento en que ya se sabría la tendencia.
Cerca de las 20, la calle ya estaba cortada por los militantes y los “jingles” de campaña eran repetidos una y otra vez por los altoparlantes.
Fue necesario que Zamora, a poco más de las nueve, anunciara que Oliva era el tercer diputado para que los dirigentes y militantes que estaban dentro del local, lanzaran un grito de triunfo. El ánimo victorioso se contagió a los cientos de simpatizantes que, afuera de la sede, aguardaban para festejar con los principales dirigentes.
Con marcado entusiasmo y una sonrisa que no se borraba en ningún momento, Zamora salió del local y se montó en la parte superior del colectivo e invitó a los candidatos -“ungidos” por el voto popular- a acompañarlo para comenzar los festejos finales. También subieron al bus el intendente Julio Alegre y el diputado provincial Juan Navarro, entre otros.
La familia del jefe Estado provincial estuvo presente a la espera de los resultados y también participaron de los festejos. La caravana del triunfo comenzó a recorrer el centro, y avanzaba a paso de hombre para que Zamora y los candidatos pudieran saludar y recibir el afecto de la militancia. También se pudo observar cómo algunos vecinos y transeúntes saludaban al mandatario.
La gran fiesta se vivió en la plaza, allí estaban agolpados miles de seguidores de las distintas fracciones que componen el Frente Cívico por Santiago. Al son de las canciones de campaña, las bocinas, los bombos y también las bombas de estruendo los festejos iban sumando en calor y color. La clásica vuelta a la plaza de los triunfadores –adornada por banderas y papelitos- se cumplió sin incidentes. Zamora se bajó para ir a descansar junto a su familia. También la intendenta Matarazzo para continuar celebrando en su ciudad.
En tanto, Brue y Oliva quedaron a cargo de liderar la fiesta cuando ya eran más de las diez, pero los simpatizantes querían seguir expresando la satisfacción por un nuevo triunfo de la fuerza.
Fuente/ elliberal.com.ar