“Nosotros tenemos una posición histórica de oponernos a la instalación de bases militares de países de fuera de la región. Al respecto ha sido terminante no solamente la posición de nuestra Presidenta sino también la del mandatario brasilero Luiz Inácio Lula da Silva”, relata Filmus, quien pocos días antes se había entrevistado con él en el Planalto de Brasilia.
“Hace dos días Lula me manifestó su preocupación (por las bases estadounidenses) y nos manifestó que la situación de violencia en Colombia (invocada por el gobierno de Uribe) es histórica en ese país y no justifica la instalación de bases extranjeras. No había ninguna necesidad de agregar una situación conflictiva más”, relata el senador argentino, uno de los principales dirigentes del Frente para la Victoria gobernante.
Según fuentes gubernamentales argentinas, Uribe habría intentado explicar que lo que instalarán en su país no serán exactamente bases militares, a lo que la Presidenta Cristina habría preguntado: “¿Y qué son?”. Y ante otra afirmación de su visitante, de que los militares estadounidenses estarían a las órdenes de los colombianos, la mandataria argentina le habría respondido en son de broma: ”Vamos, en ningún lugar del mundo un general Fernández le da órdenes a un general Johnson”.
“Lula ya había planteado la necesidad de una fuerza de seguridad de UNASUR (la Unión de Naciones Suramericanas), para que nosotros podamos resolver estos problemas sin recurrir a fuerzas externas”, añadió Filmus.
El tema de la fuerza de seguridad regional será seguramente abordado en la reunión que se iniciará el lunes en Quito, durante la cual el presidente ecuatoriano Rafael Correa asumirá la titularidad pro tempore de UNASUR de manos de su colega chilena Michelle Bachelet. Pero Uribe, que ya se había opuesto a esta iniciativa regional, no acudirá a la cita, como consecuencia del aislamiento regional en que ha quedado colocado su gobierno por su decisión de ampliar a siete el número de bases militares estadounidenses en suelo colombiano.
“Es necesario tener una fuerza de paz en la región. El tiempo ha demostrado que ello es necesario, para disponer de un instrumento como el que tienen otras coaliciones regionales, por supuesto que siempre hablando de paz, no de la inervención en conflictos armados”, aclaró el senador argentino.
Como antecedente valioso para el incipiente proyecto de seguridad regional, Filmus recordó que el miércoles el Senado argentino, en el que representa a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, “dio un paso de gran importancia, que es la aprobación de una fuerza conjunta de paz con Chile, que se denominará Cruz del Sur”. Se trata de una iniciativa destinada a enfrentar situaciones y contingencias de emergencia, especialmente de carácter humanitario, con la participación de las fuerzas armadas de los dos países “que hace apenas 25 años estuvieron al borde de librar una guerra, y que ahora hemos logrado superar, creando el clima de confianza necesario para tener una fuerza de paz conjunta”, recuerda el legislador.
“Es un camino conjunto que vamos a seguir transitando con Chile, sobre la base de las exitosas experiencias que ambos países hemos tenido en la participación en operaciones de paz de las Naciones Unidas, en Chipre y Haití”, recordó.
La Argentina tiene programadas este año otras 22 operaciones conjuntas de paz con países de la región, entre ellas con el Uruguay, a pesar del conocido diferendo diplomático que se dirime ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Filmus confiesa no ser optimista sobre el desenlace de la situación creada en Honduras por la destitución del presidente constitucional Manuel Zelaya. “A medida que pasa el tiempo, se asienta más el gobierno de facto, que busca darle una salida no constitucional al conflicto. Ello conspira contra el buen éxito de la mediación que emprendió el presidente de Costa Rica, Oscar Arias”, explica.
“Es imprescindible la restitución inmediata e incondicional de Zelaya y consideramos muy importante la actitud unánime y solidaria de los países latinoamericanos. Tenemos dos antecedentes muy valiosos. Uno de ellos protagonizado por UNASUR en su actividad inicial, convocada por la presidenta Bachelet, cuando expresó su contundente solidaridad con el presidente Evo Morales para frenar un posible golpe de estado y el desmembramiento nacional de Bolivia. Y el segundo fue la solución pacífica del conflicto suscitado entre Venezuela, Ecuador y Colombia, cuando tropas colombianas violaron la frontera ecuatoriana”, explica Filmus.
Las perspectivas en Honduras parecen poco halagüeñas, dice el legislador, ya que apuntan a que perdure el quiebre institucional, o a que la situación desemboque en cruentos episodios de violencia o en una guerra civil . “Es por ello que la única solución es la reposición en su cargo del presidente Zelaya”, a través de la trabajosa mediación emprendida por Arias, asegura
Interrogado sobre las crecientes denuncias acerca de una “actitud dual” de los Estados Unidos ante la situación hondureña, Filmus responde que “por supuesto, no ignoramos la realidad norteamericana y que a veces no hay reacciones homogéneas. Pero a nosotros nos parece muy importante la actitud que tuvieron el presidente Barack Obama y la secretaria de Estado Hillary Clinton, al apoyar la restitución de Zelaya y adoptar una actitud comprometida en respaldo de la mediación de Arias. Por supuesto que hubo sectores estadounidenses que justificaron el golpe y criticaron al presidente constitucional hondureño. Pero nosotros preferimos mirar con optimismo la posición oficial de los Estados Unidos, contraria a la que tuvo en otras épocas”.
PELIGRO!!
Por: Lorena el 08-08-2009 a las 08:51